¿Problemas a la hora de definir el estilo de la boda? Os lo ponemos fácil, apuntad:
No tenéis por qué elegir solo un estilo de boda.
Eso sí, hay que saber combinarlos para que vuestra boda no sea un batiburrillo de ideas; id descartando las pacas de paja en el salón-biblioteca de un palacete isabelino y, en este caso, el toro mecánico fuera también.
Si la semana pasada hablábamos de las “bodas con estilo y un toque”, es decir, integrar un elemento “muy personal” de los novios en un estilo sin perder la armonía, en esta ocasión, vamos a hablar de la mezcla de esos estilos. Esto puede suceder porque os gusten varios, o un estilo a cada uno o las circunstancias de la boda os impongan uno y queráis otro (presupuesto, localización, época del año…).
En cualquier caso, os hemos resumido en tres las reglas que os facilitarán el diseño y decoración de vuestra boda combinando dos estilos.
PRIMERA REGLA: EL FAVORITO
Reconocedlo, como en el caso de los Backstreet Boys o los Power Rangers… siempre hay un favorito. Pues en este caso también, descubrir cual os gusta un poquito más y ese será “el favorito”. No os preocupéis porque estas reglas son para novios que quieren combinar: el segundo también estará en la boda. Todas sabemos qué hizo Nick Carter cuando quiso ir en solitario… nada.
SEGUNDA REGLA: REPARTO DE PAPELES
Como en una buena función cada actor tendrá su papel y a su vez la interpretación de uno se retroalimentará de la del otro. Analogías aparte, el “estilo favorito” se queda con:
- La elección de la localización y el mobiliario.
- La paleta de colores.
- El diseño de la papelería de boda.
- Y, además, marcará el estilo de los proveedores, es decir, cuando hablamos de grupos de música en directo o el tipo de coche de alquiler…
El “segundo estilo” marcará:
- La selección en la decoración floral.
- Los materiales y texturas (tanto en elementos decorativos como dentro de la papelería de boda).
- Los rincones especiales de la boda (Seating plan, Candy bar, rincón de bienvenida…). Estos girarán en torno a elementos representativos del estilo. Un ejemplo serían las velas y faroles para estilos románticos, los elementos retro para bodas vintage o los elementos náuticos para un estilo playero. Importante, para esto último, no caer en tópicos.
TERCERA REGLA: LA FUSIÓN EN LOS DETALLES
Para que una boda sea orgánica y se vea bonita (del estilo que sea) debe poner el punto sobre los detalles. En el caso de las bodas con dos estilos más si cabe. En cada toma de decisión o «papel» representado por un estilo tenéis que añadir un detalle del otro estilo.
Por ejemplo, el «estilo favorito» marca la paleta de colores por lo que la elección de las flores que corresponde al «segundo estilo» debe hacerse teniendo en cuenta esa paleta. Otro ejemplo, la elección de la tipografía de boda está dentro del «estilo favorito» pero el «segundo estilo» se encarga de materiales y texturas; por lo tanto, este último puede seleccionar el tipo de papel de las invitaciones y a su vez la tipografía elegida se verá en los rincones especiales del “segundo estilo”.
En definitiva, los pequeños detalles de uno y otro estilo deben coexistir a lo largo de toda la boda. Los detalles no solo marcan vuestra personalidad en la boda si no que son el soporte principal para conseguir bodas con identidad propia.
¿Te atreves a combinar estilos? ¡Se pueden hacer muchísimas combinaciones!

